¿Un niño debe crecer con una mascota?

20/11/2018

Beneficios de que los niños crezcan con mascotas.

Si bien a todos nos resulta simpático ver a los niños jugando con los perros, a la hora de decidir si tener un perro o gato en la casa no se está del todo seguro. Es cierto que no solamente es sano para el niño, sino que servirá para desarrollar su carácter y habilidades sociales.

 

 

La mirada de los niños pequeños están hambrientas de estímulos. De cosas que ver, tocar y con las cuales poder interactuar. El que junto a ellos esté desde muy temprano una mascota, les permitirá obtener los siguientes beneficios:

– Contar con una estimulación continua diferente al del padre o la madre. Alguien que siempre se mueve a su alrededor, un amigo a quien acariciar o con quien jugar. Pequeñas criaturas que siempre les atienden.

– Los animales no son ajenos a la presencia del pequeño miembro de la familia, alguien más débil y delicado. Son muchos los perros que actúan como fieles protectores. ¿Qué quiere decir esto? que los animales saben que ese ser indefenso necesita ayuda, sabe que debe tratarlo de un modo diferente.

– Los perros, los gatos, los pájaros, los conejos… son reconocidos por los niños como “miembros” importantes dentro del entorno familiar. Alguien a quien observar, atender y respetar.

 

Hay padres o madres que adoptan una mascota bajo la condición de que el niño se haga responsable de él. Tener un animal en casa es responsabilidad de todos. No sólo de los hijos ni sólo de los padres, en absoluto. Los niños deben aprender desde muy temprano que la mascota es un miembro más de la familia, y como tal, tiene necesidades y merece la misma atención que todos.

 

– Compartir la responsabilidad de estos animales es un modo de equilibrarlas entre todos. El perro o el gato, va a ser el primer ser vivo del que el niño va a ocuparse, lo verá crecer con él, padecer enfermedades, sabrá que siente frío y hambre como él… y que todo ello, requiere una obligación.

– Una responsabilidad temprana es un modo de madurar. Pero recuerda, es algo que se debe repartir entre todos, así que enseña a tus hijos cómo deben alimentarlo, cuándo sacar al perro a pasear, cómo limpiar la caja donde el gato hace sus necesidades, o cómo responsabilizarse de la pecera.

 

Los animales son grandes magos de las emociones. ¿Quién lo pone en duda? Son fieles compañeros capaces de darnos esa sonrisa cuando más lo necesitamos, ese amigo fiel que se sentará junto a nosotros cuando nos sintamos solos. Las mascotas, los perros, los gatos… son esas piezas esenciales que nos dan amor de forma gratuita. Sin esperar nada a cambio.Si los niños crecen junto a ellos, desarrollarán sus habilidades emocionales con más facilidad.

 

Dispondrán de una mayor empatía para reconocer si su animal está tranquilo, alegre o inquieto. Sabrá lo importante que es respetar a los demás, la importancia de cuidar, respetar, acariciar, acompañar… son estupendos amigos en cualquier etapa de sus vidas.No olvides que a la hora de criar a un niño con una mascota, es indispensable que integres al animal desde bien temprano con el niño. Si lo apartas porque piensas que puede hacerle daño de alguna forma, tanto el animal como el niño, verán al otro con desconfianza. Permite que se relacionen con armonía. Descubrirás lo bonito que resulta esta experiencia.

 

Existen varios hechos demostrados sobre los beneficios de criar niños junto con una mascota:

 

Los bebés que conviven con perros se enferman menos

De acuerdo con un estudio realizado en el Hospital Universitario de Kuopio, en Finlandia, de los bebés que viven con perros durante el primer año de su vida, un tercio era más propenso a evitar enfermedades respiratorias e infecciones que su contraparte. Esto es consecuencia de que al estar en contacto con los gérmenes aumenta el sistema inmunológico de los bebés para prevenir las enfermedades.

 

Las mascotas ayudan a los pequeños lectores a ganar confianza

Los niños que están aprendiendo a leer, a menudo tienen problemas al leer en voz alta para otras personas, pero no tienen la misma ansiedad en torno a los animales. Leerle a un perro es la manera perfecta para que los niños adquieran confianza.

 

Los niños con perros tienen menos alergias

De acuerdo con un estudio publicado en Clinical & Experimental Allergy, los científicos han encontrado que los niños que crecen cerca de los perros son un 50% menos propensos a desarrollar alergias y asma que los que crecen sin un perro.

 

Los niños con perros tienen corazones más saludables

Tener un perro se ha relacionado con el aumento de la salúd cardiovascular. Estar cerca de un perro puede disminuir el estrés, la presión arterial y la frecuencia cardíaca, lo que lleva a un corazón más sano y a una vida más saludable.

 

Los ayuda a hacer más ejercicio

Es fácil ver que al convivir con un perro pasamos más tiempo al aire libre. Los perros son grandes compañeros para actividades al aire libre. Todo esto se refleja en niños más saludables, acostumbrados a un estilo de vida más activo.

 

Los perros ayudan a reducir el nivel de estrés en niños con autismo.

De acuerdo con un estudio realizado por la Universidad de Montreal, las hormonas del estrés de un niño con un trastorno del espectro autista se reducen drásticamente cuando se vive con un perro entrenado.

 

Las mascotas conducen a la unión entre hermanos

Un perro en la familia puede ayudar a los hermanos a crecer más unidos, ya sea por el simple hecho de jugar juntos con el, de amarlo, o hasta el hecho de compartir las responsabilidades.

 

Niños alérgicos a los perros, al convivir con ellos son menos propensos a contraer eszemas

De acuerdo con un estudio de la Facultad de medicina en la Universidad de Cincinnati, los niños que conviven con un perro y también tienen alergia a los perros son cuatro veces menos propensos a tener eczema

 

Ayudan a los niños a socializar

Crecer con un perro ha demostrado que ayuda a los niños a aprender habilidades sociales, controlar sus impulsos, e incluso a mejorar su autoestima.

 

Los niños crecen de la mano de una compañía amorosa

Los perros están siempre contentos de verlos al llegar a casa y su amor es incondicional. Son el confidente ideal y compañeros de juego siempre dispuestos. No hay mejor amigo para un niño que un perro.

 

Crecen aprendiendo a tener responsabilidades

El compromiso de cuidar cada día a un animal es una gran manera de enseñar la responsabilidad a un niño. Alimentar a un perro es un honor que requiere mucho trabajo.